He decidido ser más constructivo en mis críticas. Realizar un buen análisis que, como sucede cada vez que uno da su opinión, a algunos parecerá acertado mientras que, a otros tantos, pensarán que no es una buena crítica. Sobre gustos no hay nada escrito.

Si bien es cierto que, este remake de 2005 del clásico de 1979 es superior en muchos aspectos a la original; esta revisión carece de "ese algo especial" que la hace distinta. Casi aseguras el próximo fotograma augurando que se trata de una película (otra más) que trata el manido tema de casas encantadas y espíritus. Ahora bien, no por ello deja de ser una buena película que, en algún momento, logra que te agazapes en la butaca y pegues uno, dos y varios botes.

Andrew Douglas presenta un film bastante regular con una cuidada fotografía que, en un comienzo se nutre de espacios abiertos para, conforme avanza la historia, ir cerrando planos para ofrecer una atmósfera más opresiva. Y las inclemencias meteorológicas se unen como un personaje más a esta historia protagonizada por Ryan Reynolds (Linterna verde, Buried, La proposición) y Melissa George (30 días de oscuridad, Triangle, Turistas) que cuentan la historia de un matrimonio que se muda, junto sus hijos a una enorme mansión con un secreto aterrador entre sus paredes. Pronto descubren que hay algo oculto, algo que quiere salir, ser descubierto.

Mención especial a Chloe Moretz (Déjame entrar) que, aunque su papel es mínimo, hace que con esa sonrisa angelical, sigas su historia con mayor hincapié que la original.

En fín, buena película para ver un día de esos de lluvia, de nieve en los que mejor quedarse en casa y visionar un buen film de terror.

6.5/10.

A más ver...

H.