Lo bueno de estar confinado en casa es que tienes tiempo de repasar tus series libros y pelis, que por falta de tiempo tenía descuidadas. Gracias a la excelente edición de DIVISA con un DVD de interesantes extras, he vuelto a disfrutar de esta legendaria serie televisiva basada en dos novelas de Robert Graves (Yo, Claudio, Claudio, el dios). Poco puedo aportar a lo escrito en la web, pero me gustaría incidir con algunas reflexiones que pese a sus 45 años siguen vigentes, porque abordan temas universales sobre la condición humana. Está narrada en tono de tragicomedia, a veces irónica, en ocasiones patética, siempre abominable. Describe con brillantez las memorias del emperador Claudio, que reflejan la decadencia de su estirpe. La Roma fuerte y arrogante de los años de esplendor, ha dejado paso a la degradación y la crueldad.

Claudio fue un hombre débil de cuerpo y de mente, era cojo, tartamudo, las mujeres lo dominaban (su abuela Livia y sus esposas Mesalina y Agripina), pero en absoluto tonto o estúpido, todo lo contrario, era inteligente y lúcido, de compleja personalidad, aprovechó su discapacidad para sobrevivir en aquella ciénaga infecta, donde imperaba la intriga, la falta de ideales, el odio, la traición, el crimen, la ambición desmedida, incesto, lujuria, prostitución, perversión, megalomanía y paranoia. Ejemplos sobradamente conocidos serían estos dos iluminados: El enajenado Calígula se jactaba de ser un Dios, llegó a nombrar senador a su caballo, y el excéntrico déspota Nerón redujo Roma a cenizas.

Una excelente producción británica de calidad intrínseca, la truculenta plasmación de la violencia física e institucional, donde destacan por su talento: Derek Jacobi (Claudio), Sian Philips (Livia), y John Hurt (Calígula). Pese a que la serie es de 1976, las limitaciones técnicas de la época son vencidas por el análisis introspectivo y la profundidad moral de la propuesta. Dictadura contra República, perversión contra democracia, dagas asesinas para ejecutar magnicidios. La eterna lucha por el poder en una familia corrupta poblada por tiranos y dictadores caprichosos en manos de mujeres insaciables y malvadas.