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España España · Barccelona
Voto de EL ALBATROS:
8
Aventuras En la Alta Edad Media, los vikingos o normandos (hombres del Norte) adoraban a Odin, el dios pagano de la guerra, que los guiaba a través de los mares cada vez que emprendían sus habituales incursiones de saqueo. Einar y Eric, hijos ambos del rey vikingo Ragnar -aunque ignoraban su parentesco-, se odiaban profundamente, pero se vieron obligados a luchar juntos para rescatar a la princesa Morgana, de la que ambos estaban enamorados, de ... [+]
12 de octubre de 2017
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aunque es difícil librarse de tópicos tan absurdos como: que los vikingos llevaban cuernos o que es un film sobrevalorado, entre otras afirmaciones indocumentadas y falaces. La realidad es que, estamos ante una de las mejores películas de aventuras jamás realizadas, filmada en unos bellísimos escenarios naturales con el talento del poco valorado Richard Fleischer, un cineasta a reivindicar como director de culto que se inició con la RKO en una serie de películas negras. “Los vikingos” es uno de los hitos de la épica medieval producida por el propio Kirk Douglas. Tras unos fascinantes títulos de crédito que describen la cultura e iconografía nórdica, asistimos a una historia violenta y cruel, plena del espíritu medieval, de personajes rudos y toscos, pero nobles. A pesar de su imponente fisicidad y realismo, su ambientación y rigor histórico es impecable, mantiene sus momentos de clima sobrenatural y rituales religiosos ancestrales, de un pueblo al encuentro de su destino.

Expertos guerreros bajo la lluvia y el sol, hábiles navegantes siempre en el asedio a tierras inglesas como enemigos acérrimos, nórdicos a los que la brújula les era desconocida, se orientaban por las estrellas, por eso cuando les envolvía la niebla quedaban indefensos y ciegos. Esa forma de sublimar barbarie y primitivismo por medio del añadido de supersticiones, costumbres y creencias, confiere buena parte de su atractivo al film. Pleno de escenas memorables gracias a la preciosa fotografía del maestro Jack Cardiff, con tonalidades mágicas y míticas: las panorámicas que describen los fiordos, la fiesta de la cerveza, el caminar de Douglas por los remos de la nave vikinga, el majestuoso funeral vikingo. Fantasía, imaginación y talento, constituyen lo más admirable de esta excelente película. Kirk Douglas está colosal, acompañado por el matrimonio, entonces en la vida real, que formaban Janet Leigh y Tony Curtiz, además del inefable Ernest Borgnine.

La película se articula sobre una aguda sensación de inestabilidad total, como corresponde a un film que se mueve como línea argumental entre dos civilizaciones y con personajes a caballo entre dos mundos que sólo entran en relación a través de su enfrentamiento. Incluso las secuencias amorosas están impregnadas de esa tonalidad: cuando Einar se acerca a Morgana, su ojo blanco aterroriza a la mujer más que su brutales modos; esa relación se distingue por su falta de afectividad. Todo lo expuesto es parte de lo que me sugiere entre otras cuestiones aleatorias, por la riqueza de este film singular e imperecedero que debe figurar por méritos propios en la antología del género de aventuras.
EL ALBATROS
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