Pues a mí la serie me ha encantado (ayer noche terminé el último capítulo)… aunque no estoy muy seguro de cuáles son los motivos de ello (o más bien, si soy capaz de expresarlos con palabras).

Para empezar la serie es distinta, muy personal (lo cual se agradece, dentro del maremágnum actual de decenas de series nuevas a ver cada mes…) pero también muy, digamos, “fresca” y que se deja ver muy bien. Quizás sea una mezcla de superficialidad y profundidad muy conseguida.

Puede que parezca acercarse en determinados momentos al borde del esnobismo (creo que hoy en día se dice “hipsterismo” o “instragranismo”, je, je) o que la prota parezca un alter ego poco creíble de la propia Isabel (catalana, varios modelos de gafas graduadas, cinéfila, pelo largo castaño…), pero para mí, eso no es un defecto, sino que habla de la valentía en el planteamiento y la maestría en “acercarse, pero no ser corneada” de la directora.

Hablando de la prota: una gran descubrimiento para mí Laia Costa; gran interprete, de un gran personaje (la serie es, sobre todo, ELLA). Muy carismática. Y con mucho encanto. El detalle ese de ser exjugadora de baloncesto ( la actriz, no el personaje) le da un punto más de,..de…hmmmm.. (¿ves? no encuentro las palabras, je, je); en cualquier caso ello me ha hecho pensar como la realidad supera a la ficción, siempre (¿O es que, acaso, la protagonista podría ser una jugadora de baloncesto en lugar de trabajar en una editorial?).

Ya está tardando esa segunda temporada!! (Gracias, Isabel)