Tras finalizar el visionado de "Biutiful", me quedé en el sofá mirando a la pantalla y repasando mentalmente todo lo acontecido en la película, todas esas magníficas escenas que acababa de ver, recordando todas esas emociones y desasosiegos que me produce el cine de Iñárritu y como me ocurrió en "Amores Perros", "21 Gramos" o "Babel", con la sensación de haber estado en un universo que me engancha, me envuelve y me vapulea emocionalmente hasta dejarme agotado pero satisfecho al finalizar la obra.

La diferencia con las anteriores películas del director mejicano es que en esta ocasión no me quedé con la sensación de haber visto además una estupenda película.

¿Por qué le doy un siete a "Biutiful"?. Porque González Iñarritu es un gran director, porque Javier Bardem está titánico en su personaje, porque la idea de la película es estupenda, porque tiene un buen puñado de escenas de una altura dramática y cinematográfica sublimes y porque en general el talento visual y dramático que poseen las películas de este cineasta escasean y mucho en la actualidad.

El problema que tiene esta película si se compara con las anteriores obras del director, es sin lugar a dudas, su guión, la forma de contar la historia o dicho de otra forma, le falta un buen guionista que logre hilvanar las estupendas escenas que filma la cámara de Iñárritu y le conceda una uniformidad y coherencia al conjunto de la obra de la que carece "biutiful".

El único personaje bien dibujado de la película es el protagonista, mientras que los demás, que podrían aportarle muchísima más calidad narrativa a la historia y al argumento, están sólo esbozados con dos pinceladas o faltos de alma y profundidad dramática.

Otro problema que se nos plantea es todo lo que quiere abarcar el director dentro de la trama y que le añade al personaje de Bardem como el que le añade extras a un coche, me refiero a la enfermedad o la capacidad de hablar con los muertos en vez de intentar tratar estos temas trabajando más y mejor a otros personajes de la película.

Definitivamente en el momento en que el estupendo tandem Iñárritu-Arriaga se quedó cojo de una pata, la calidad narrativa de la obra del director mejicano bajo muchísimos enteros. Es una pena, un director del inmenso talento de González Iñarritu tiene que tener un guionista que logre elevar su cine a la altura del sobresaliente.