El actor turco Onur Saylak debuta en el largometraje con una historia muy real y a la vez actual. La película está basada en una laureada novela del turco Hakan Gúnday. La cinta ha pasado por el Festival internacional de Karlovy Vary donde ganó el premio al mejor cartel, también estuvo presenta en la sección oficial del Festival de Cine de Valladolid donde obtuvo el premio Fipresci. Ahora está presente en la última edición del Atlántida Film Festival en la sección Muros y Fronteras.

Nos cuenta la historia de Gaza, un joven que vive junto con su padre en la costa turca del mar Egeo, se dedican al transporte de refugiados hacia la zona interior de Europa. El negocio consiste en traficar con seres humanos, cosificarlos y convertirlos en mercancía, pero eso si es necesario entregarlos sin deterioros para no rebajar su valor.

El joven se encarga de custodiar el zulo en el que esconden a los refugiados a la espera de que las aguas tengan las condiciones adecuadas para su traslado hasta Grecia. El padre quiere lo mejor para su hijo y que continúe con el negocio familiar.

La película propone al espectador una revisión de la condición humana, nos presenta a hombres, mujeres y niños que sobreviven en condiciones de secuestro bajo la mirada del joven que tendrá que luchar contra esas condiciones para convertirse en un hombre de futuro.

Visualmente es espectacular y la fotografía consigue meterte en ese ambiente de terror que viven los protagonistas.

Aunque el guión tiene algunos puntos débiles, la cinta es una denuncia explícita del tratamiento que reciben los refugiados en sus travesías, y sobre todo los abusos que reciben de los grupos organizados.

Lo mejor: La sensación de claustrofobia que provoca
Lo peor: Algunos tramos del guion.

Pueden leer esta crítica con imágenes y contenidos adicionales en: http://www.filmdreams.net