El director francés Olivier Ayache-Videl nos presenta su opera prima, una amable comedia sobre los aspectos más excluyentes del sistema educativo francés.

La educación nacional francesa ha sido llevada al cine en varias ocasiones, en esta ocasión nos cuentan la historia del profesor Foucault que debido a una serie de malentendidos debe abandonar su puesto en un prestigioso instituto del centro de Paris, para dar clases en un centro conflictivo y situado en una zona marginal.

El director nos ha querido mostrar las diferencias que existen entre unos adolescentes y otros y ha querido hacer una reflexión sobre la realidad que viven estas zonas más pobres. Representa muy bien durante todo el metraje diferentes aspectos, como la desigualdad de clases sociales y como la mayoría de ciudadanos son unos falsos y observan lo que pasa pero miran para otro lado.

La película es entretenida y lo que pretende es dar a conocer estas dificultades, también nos muestra cómo actúan en estos centros, donde son habituales los consejos disciplinarios que muchas veces terminan en expulsión.

Todo lo que vemos desprende una gran realidad, es muy sincera y su puesta en escena resulta muy didáctica. Es una película que sobre todo quiere transmitir un mensaje.

Lo mejor: El mensaje que quiere dar
Lo peor: En algún tramo se me hizo pesada