NO MATARÁS está dirigida por David Victori, quien en constantes planos secuencia nos invita a unirnos a Fran (Mario Casas), un abnegado hijo que cuida a su padre hasta el fin de sus días. Cuando eso sucede, ha de volver a retomar su vida, nada mejor que con un viaje que le paga su hermana (Elisabeth Larena). Sin embargo, una noche se encontrará con Mila (Milena Smit), quien hará que en tan solo unas horas su vida cambie por completo, y no precisamente a bien. La chica, sensual, directa e implacable, conseguirá que Fran descubra una parte de sí mismo que tenía oculta y que el espectador descubrirá junto a él, en una constante huida hacia adelante que nos mantendrá pegados a la butaca. La adrenalina y la tensión de este film es algo digno de alabanza.

Eso lo consigue David Victori con constantes planos secuencias que siguen a un Mario Casas que está sencillamente inconmensurable. Ayudado también por primeros planos, sentiremos su angustia y dolor a partes iguales, en un mundo caótico del que no procede y está totalmente fuera de lugar. Quien se mueve como pez en el agua es la debutante Milena Smit, a quien es probable que se le reconozca su gran trabajo en la película con una nominación a mejor actriz revelación. Si no es así, tendrían que hacérselo mirar, pues encarna a una mujer de armas tomar, completamente ida y desenfrenada que hará que meterá a Fran en un buen lío. En cualquier caso, la película es una de las mejores opciones en cartelera y, quizás, de las mejores españolas del año. Y lo es por su adrenalina, por el inquietante frenesí de sus planos, de su banda sonora y sonido, de sus planos cortos y secuencia y por la labor de sus intérpretes. En contra le juegan una serie de decisiones cuestionables y ciertas facilidades que se montan a conveniencia del filme, pero la adrenalina lo engulle todo y el conjunto es fantástico.

En definitiva, NO MATARÁS es un filme que no podéis perderos. Mario Casas, el actor más subestimado de España merece una nominación por su papel, al igual que Milena Smit. Su trabajo ha de ser recompensado, lo hará en taquilla y veremos si también la Academia. David Victori ha creado en 90 minutos una película que le abrirá muchas puertas y que es hiperactiva de principio a fin, y menudo final. Ni se os ocurra perdérosla, es de lo mejor del año en nuestro país.