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Voto de pizzapasta:
9
7,6
6.990
Documental En la década de los años 60, a modo de experimento, se introdujo en el lago Victoria una nueva especie animal: la perca del Nilo, pero este pez resultó ser un depredador tan voraz que exterminó todas las especies autóctonas de este gigantesco lago. El nuevo pez se multiplicó rápidamente, y en la actualidad sus blancos filetes siguen siendo exportados a todo el mundo. Enormes aviones de carga de la antigua Unión Soviética llegan ... [+]
19 de julio de 2007
31 de 39 usuarios han encontrado esta crítica útil
Está claro que el mundo en el que los occidentales creemos que vivimos no es real; es una mera proyección de imágenes (filtradas e idealizadas por unos medios de comunicación aborregadores) que contribuyen a perpetuar el injusto orden de poder mundial para beneficiar a unos pocos. Esta sociedad de la imagen amortigua realidades tan duras como la que se nos muestra en este documental. A día de hoy, cada vez resulta más complicado encontrar medios que nos ofrezcan información tan sincera y, por eso, cada uno de estos ejemplos esporádicos se convierte en una dolorosísima gota que colma todos los vasos posibles, desbordando nuestra paciencia, ignorancia, vergüenza e indignación.
Tras ver La pesadilla de Darwin surgen inmediatamente preguntas como qué tipo de pantomima es la ONU, reniegas de la sucísima política y diplomacia internacional tal y como hasta ahora ha sido concebida, y te produce más asco, si cabe, la muy hipócrita religión católica, limitada desde siempre a una insuficiente actividad limosnaria apaciguadora limitada a repartir migajas que sólo sirven para salvaguardar su más que falsa fachada benefactora, en lugar de potenciar, proponer, reivindicar, o incluso exigir a nivel mundial soluciones razonables a problemas reales, metiendo el dedo en todas las llagas para denunciar cada una de las deplorables realidades con las que conviven día a día. La religión sigue desempeñando, por lo tanto una mera función opiácea.
Pues eso, señores, que todo está muy podrido. No me extraña que el tercer mundo, en su desesperación, estampe aviones contra rascacielos occidentales. Ya sé que nada justifica el dolor ni la muerte, pero este mismo argumento es aplicable a las aberraciones ante las cuales el primer mundo ¿civilizado? asume una posición de total indiferencia absolutamente imperdonable, y de las cuales es responsable más que directo.
En fin, ojalá documentos como éstos pudiesen servir para cambiar mentalidades, remover conciencias y valores, pero las cosas no son tan sencillas. Hemos asumido un tren de vida tan desaforado que ya consideramos inevitable el desequilibrio y el hecho de que nuestro bienestar genere una cantidad directamente porporcional de víctimas. Urge un cambio muy profundo para el cual no creo preparadas a las adormiladas, superficiales, acomodadas e infantilizadas mentalidades primermundistas, conscientemente inconscientes de que los recursos de este pequeño planeta son limitados y de que nuestros excesos, forzosamente generan déficits más que sangrantes en otros lugares, en las tierras de los hombres sin ilusiones y los niños sin infancia. Mientras tanto, nuestros medios de comunicación de masas protegen nuestras conciencias difundiendo tanta información basura como residuos materiales generamos diariamente. Vivimos en la cúspide de una montaña de basura (moral, material y cultural), sí, pero sin que se nos permita mirar hacia abajo. De esta manera es cómo se consigue que la náusea no sea insoportable.
pizzapasta
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