Siempre me resultaron desazonantes las películas (mayoritariamente comedias) en las que un personajillo intentaba saciar sus instintos libidinosos y nunca lo conseguía. En España, durante una época fueron legión. Digamos que me dejaban "de mal humor para el amor".
Siento que confundir poesía con lentitud es como asimilar la pornografía al romanticismo. Puede que una pareja que copule lo hagan con todo el amor, pero verlo en una película no nos aporta directamente esa sensación. De la misma manera que una pareja que se ame y no lo haga, nos tiene porqué transmitir nada sublime. A mí, de hecho, esta película me provoca lo peor que te puede dar una película en un cine: UN MORTAL ABURRIMIENTO. Y a veces un deseo de gritar: ¿¡POR QUÉ NO TE LA F... DE UNA P... VEZ YA!?