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Voto de Kasanovic:
8
Thriller. Acción. Drama. Cine negro Durante el día, Driver (Ryan Gosling) trabaja en un taller y es conductor especialista de cine, pero, algunas noches de forma esporádica, trabaja como chófer para delincuentes. Shannon, su jefe, que conoce bien su talento al volante, lo mismo le busca directores de cine y televisión que criminales que necesiten al mejor conductor para sus fugas, llevándose la correspondiente comisión. Pero el mundo de Driver comienza a cambiar el día en ... [+]
2 de enero de 2012
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si uno se fija en el cartel de Drive, normalmente pensará que está ante una nueva película donde una serie de personajes con gafas de sol y ropas horteras se montan en automóviles tuneados para echar carreras ilegales. No en vano, la productora ha recibido alguna que otra denuncia en Estados Unidos por supuesta publicidad engañosa, ya que según los demandantes pretendía dar la imagen de que Drive es un producto similar a pseudo-películas como las de la saga A todo gas.

Afortunadamente, no hay nada más lejos de la realidad. Drive narra la historia de un joven conductor (del que no se nos ofrece su nombre en toda la obra, por lo que le denominaremos Conductor) dedicado oficialmente a reparar coches en el taller de Shannon y a participar esporádicamente como doble en diversas películas. Sin embargo, más allá de estos trabajos, Conductor también participa en robos y atracos, donde desempeña el papel que mejor sabe hacer: conducir a toda pastilla para poner a los delincuentes fuera del radar de la policía. Un día, Conductor conoce a Irene, una joven madre cuyo marido tardará pocos días en salir de prisión. Con él vendrán numerosos problemas que cambiarán por completo la vida del protagonista.

Lo poco novedoso de su argumento seguramente eche para atrás a más de un espectador, pero lo cierto es que la trama de Drive va madurando hasta alcanzar un tinte muy distinto al que dejaban entrever sus primeros minutos. Además, toda la película está rodeada de un tufillo retro que seguramente encandilará a aquellos enamorados de las películas ochenteras. Es realmente apreciable como un director casi desconocido como Winding Refn ha dotado a su obra de alma propia, haciendo que pese a las numerosas influencias que la película recibe, Drive sea casi única en su especie.

Bajo un reparto con nombres apenas conocidos para la mayoría del público, se esconde un relato humano que pocas películas de estos últimos años han conseguido alcanzar. Gosling y Mulligan están más que correctos en sus papeles, pero el plantel de secundarios roza por momentos la perfección. No en vano, Albert Brooks tiene muchas papeletas para conseguir el Globo de Oro e incluso el Oscar en su categoría.

Así pues, es de obligada tarea para todo cinéfilo que se precie como tal el visionar esta sorpresa del año que se nos acaba de terminar. Y podemos adelantar que no será la única vez que la vea, porque Drive posee todos los ingredientes para convertirse en una de esas películas que lleva por etiqueta el vocablo “de culto”, otorgándola un sello de calidad incuestionable y mandándola a formar parte de la historia del séptimo arte.
Kasanovic
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