Coincidiendo en fechas con otro estreno de kaijus gigantes que se quieren arrancar las cabezas, aquí nos encontramos con una premisa diferente a pesar de sonar a tema similar. Todo viene de un asteroide (con posible referencia marvelita) que va a hacer impacto en la Tierra. Para evitarlo la humanidad hace lo que sabe hacer mejor (dicho por la voz en off, no sin falta de razón) que es destruir cosas a golpe de cohetes. Pero solo consiguen provocar algo mucho pero. Y si bien suena a tragedia nos econtramos aquí con una propuesta divertida, con humor gamberrete a veces y mucho buen rollo.

Es cierto que tiene ciertos tópicos del género, pero ninguno que me resulte molesto o repetitivo. Y como indica el título tiene historia de amor, que es el macguffin de la película. Aún así consigue hacer que pases un rato muy entretenido acompañando a Joel, interpretado con mucho acierto por Dyla O'Brien, en busca de su chica, mientras vemos toda clase de monstruitos coloridos y nuevos personajes, por una vez sin que sean amenazas constantes o situaciones dramáticas.

La obra cuenta con una fotografía cuidada, con un buen uso de luces. Mucho paisaje natural cubierto de seres que a mi parecer están bastante logrados, salvo quizá alguno que pueda cantar un poco al ojo. Tiene tambié una introducción muy buena, hecha con animación que es muy original. Y cuenta también con una buena banda sonora, aunque quizá habría que decir mejor un buen track list, pues usa más música comercial que de acompañamiento.

Es un producto que podía ser muy oscuro y deprimente pero que te deja una muy buena sensación, y un mensaje muy positivo. Algo de agradecer en estos tiempos que nos ha tocado vivir.