A decir verdad, no he leído muchas críticas sobre esta película porque quería ir a verla sin ideas preconcebidas. Aun así, tenía curiosidad por saber qué piensa la gente a la que no pagan por opinar y antes de ir al cine leí unas pocas, tanto buenas como malas. No terminaba de entender cómo algunos ponían “deception” en una película tan aclamada por la crítica. Por si hay algún despistado la palabrita en cuestión, en contra de lo que pueda parecer, no significa “decepción”, sino “engaño”.
Y sí, nos han engañado como a chinos porque la película consiste en una sucesión de explicaciones con un máximo de cinco minutos de transición entre una y otra. Da la impresión de estar viendo una video-tesis. Los personajes en lugar de hacer cosas y dejar que los espectadores se vayan enterando sobre la marcha de lo que está ocurriendo, se cuentan unos a otros lo que van a hacer porque, como todo el mundo sabe, los espectadores no tienen capacidad suficiente para interpretar ni comprender lo que están viendo en la pantalla. Por no hablar de que se pasan prácticamente toda la película explicándose unos a otros cosas que ya saben.
Después de al menos una hora de metraje en la que nos han amenizado con tan largas explicaciones se atisba algo parecido a una historia. Parece que empieza la peli de verdad y que la cosa ha arrancado, pero se trata de una falsa ilusión. De la historia que parecía que empezaba nada de nada. Siguen explicando cosas, y explicando y explicando...
Freddy Krueger también entraba en los sueños, el asunto era mucho más emocionante y no se pasaba dos horas contándonos con pelos y señales cómo lo hacía para entrar en los sueños de los demás. Lo hacía, nos lo creíamos y punto.
Lo mejor de todo ese montón de cinta –que no película– es el final, cuando por fin aparecen los títulos de crédito. Ha sido una de esas raras ocasiones en las que me he largado sin leerlos.
Sí, vale, la realización es estupenda, los actores están muy bien, ha habido imágenes muy chulas y secuencias impresionantes. Y esto es todo, amigos.
Hay películas sin tantas ínfulas intelectuales ni tantas pretensiones que, sin embargo, sí tienen una historia que contar.
Visualmente espectacular. En lo que se refiere al argumento... espantosamente patética. No sé por qué se rasgan las vestiduras cuando hay huelga de guionistas en Jolibud. Francamente.