Buena película francesa, con un comienzo lento y algo confuso, el clima va in crescendo, sostenido por una impecable fotografía en blanco y negro. Mientras avanza nos va metiendo cada vez mas en su sórdido ambiente, hasta llegar a un final creíble, aunque a mi no me gustó.
Consigue mantener al espectador en vilo, pese a que el ritmo narrativo sea algo espeso e irregular.