Maravillosa película independiente con tan solo 2 actores en su reparto principal. Dos actores, sobretodo ella (espectacular Sarah Paulson), que lo hacen tan bien que son una de las causas de que la película sea tan buena.

Ese es el gran mérito de la cinta. Dos actores y un pueblo siendo testigo del reencuentro, muchos años después, de dos personas que habían vivido muchas cosas juntos. Sin más. No hay tramas secundarias, ni personajes de relleno ni nada de nada. Lo que otro director u otros actores podrían haber convertido en aburrido, éstos se las ingenian para filmar una cinta maravillosa que nos sumerge a los espectadores en esa nostalgia de lo que fue, en esa frustración de lo que podría haber sido, en esa duda de si ya es tarde o aún no...

Diálogos geniales, actuaciones brillantes y una atmósfera maravillosa en blanco y negro. Hay veces que aunque haya pocos elementos, si los que hay son de gran calidad, no hacen falta más. Y es que a veces menos es más.