Una de las grandes películas dentro de la filmografía de Sidney Lumet, director que me encanta, por cierto, a pesar de que no toda su obra está a la altura de las circunstancias, bueno, dentro de su abultada carrera "The Verdict" es de las mejores.
Una de las grandes dentro de la temática drama judicial. Posee un argumento sumamente interesante, de plena vigencia en la actualidad lamentablemente, y en su día, totalmente rompedora y valiente. Y justamente por ser tan irreverente en su día al meterse con la corrupción que rodea a las instituciones que vemos en el filme, es que nos puede parecer que peca de excesiva moralidad. Quizás hoy, el guión pudiese ser menos artificioso a la hora de definir algunos personajes pero en 1982, esta película fue un bombazo.

Me encanta el reparto: Paul Newman está impecable metiéndose en la piel de un abogado derrotado y de un hombre autodestructivo. Charlotte Rampling transmite la ambiguedad que debe trasmitir con su papel, para que su personaje te interese porque en un principio puede parecer un florero que está puesto sólo porque el protagonista es Paul Newman y sí o sí hay que aprovecharlo para que se luzca en escenas amatorias, pero no va por ahí.
Jack Warder un genio, como siempre. El amigo que a todos nos gustaría tener.
En cuanto a ejecución técnica yo no tengo nada que reprochar, ya que, a mi me encanta Sidney Lumet. Y destacar el excelente trabajo de fotografía, no tanto así la banda sonora que es correcta sin más.

Para quienes disfruten del cine de Lumet y del subgénero judicial, es de obligado visionado. No se la pierdan.