Sin embargo y pese a que podemos llevarnos mal con nuestros cosanguíneos, es mejor tenerlos que no tener a nadie. A excepción de que todos nuestros parientes sean asesinos en serie, sátiros, o lo que sea que ponga en peligro nuestra integridad, hay que defender a la familia. Después de todo y ante cualquier situación son siempre nuestros familiares los que estarán. Los amigos van y vienen y las parejas ni te cuento. Y un poco de eso va "Little Miss Sunshine", entre otras muchas cuestiones.

Una road movie con una dirección correcta aunque peca de televisiva, pero lo dejamos pasar porque lo más importante es el guión y los intérpretes. Con algunos tópicos como un matrimonio disfuncional, un adolescente rebelde, un abuelo cascarrabias, un tío deprimido, etc, se puede construir lo que se llama "dramedia" (drama y comedia) que brilla con estilo propio. Muy a la americana pero lejos de vanagloriarse de ello. Todo lo contrario y por eso nos encanta.
Si bien como mencioné anteriormente, posee toques dramáticos, para mi es por sobre todo una comedia. Una sátira sobre la familia, el ir hacia adelante que en la cinta (en mi opinión) está representado con ese empuje constante que los protagonistas deben hacer para que arranque la camioneta... es el equivalente de "remarla" como decimos en Argentina. La vida es una constante lucha. Nunca estamos completos ni del todo satisfechos ni felices pero así es.

El reparto está increíble. Y la cinta desprende encanto por los cuatro costados. No me extraña que sea un producto tan querido y recordado pese a los años que tiene. Si aún no la vieron, es muy recomendable.