Una de las películas más incómodas de ver y tan realista que duele...

Para mi no es una comedia. Me parece una gran tragedia, una historia sórdida que causa más miedo que risa. La trama gira en torno a unos personajes a los que no hay por dónde quererlos, lo cual está bien. Lo terrible sería identificarse con ellos. El cast está conformado por rostros conocidos, algunos muy de su época, por ejemplo: Lara Flynn Boyle. El tristemente fallecido actor Philip Seymour Hoffmann. Dylan Baker quien está sensacional y, de hecho, sale airoso teniendo en cuenta que su "Bill" es el más detestable de toda esta especie de "Magnolia" que armó el director Todd Solondz... curiosamente un año antes que la cinta de Paul Thomas Anderson. Tampoco es que estos directores hubiesen inventado la fórmula, pero para que se entienda... una especie de "vidas cruzadas".
También cabe mencionar que "Happiness" juega en la línea de filmes como la oscarizada "American Beauty" (Sam Mendes- 1999), aunque esta última me parece superior.

Es una película bastante incómoda de ver y puede que varios corten la reproducción antes de finalizar el visionado, ya que, de por sí su ritmo es bastante pausado y el metraje es excesivo. Podría haber durado un poco menos, teniendo en cuenta que casi siempre que se opta por un relato de varios personajes, hay algunos que despiertan más interés que otros. En mi caso, la que menos me interesaba era Jane Adams (Joy), o lo que rodea al conflicto matrimonial de Ben Gazzara... y eso que contar con tremendo actor siempre es bueno.

Me gustó mucho el soundtrack, y la dirección es correcta, sin más. Es demasiado televisiva entonces puede aburrir. Se entiende porque el ejecutor deja todo en manos del guión, el cual es suyo además.

En su conjunto, "Happiness" es una película que está bien. Creo que es necesaria porque retrata una sociedad a punto de estallar entre tantos convencionalismos, que muestra cómo detrás de la moral y las buenas costumbres se esconden verdaderos monstruos y que todos convivimos con gente similar a esta. Sólo esperemos jamás convertirnos en personas así, pero que los conocemos, los conocemos. No escapan a la realidad de ningún país, aunque esta historia se centre en Nueva Jersey (Estados Unidos).

No es fácil de ver y por lo tanto no es sencillo recomendarla. Depende de lo que se esté dispuesto a soportar.