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Voto de AGF:
5
6,4
27.067
Bélico. Acción. Thriller
En 2003, durante la ocupación de Bagdad por tropas estadounidenses, al oficial Roy Miller (Matt Damon) y a su equipo les encargan la misión de buscar armas de destrucción masiva. Registran escondite tras escondite, a cual más peligroso, pero en vez de letales agentes químicos, descubren un elaborado plan que cambia el rumbo de su misión. Rodeado de agentes con objetivos contradictorios, Miller intenta averiguar la verdad a partir de una ... [+]
5 de agosto de 2011
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
No niego que ha habido días en los que uno estaba más predispuesto a meterse, o a acercarse a una película, pero lo que he visto ayer no deja de ser un frenesí, un no parar agotador, un estrés de película. Ni rastro de la intensidad dosificada que hace grandes a las más grandes películas. Hay ritmo sí, pero descontrolado.
Y ese es el gran fallo de un intento fallido de hacer triunfar de nuevo al dúo Damon-Greengrass (o viceversa): nada trasciende en lo cinematográfico. El poso que deja la película es mínimo, y más que escenas, diálogos, personajes o cualquier cosa parecida, lo que permanece en la mente son ideas. Un par de ellas, únicos oasis que sobreviven a la falta de alma de la película impuesta por esa narración atropellada hasta el siniestro total en la que los momentos de calma son meras ilusiones intercaladas entre persecuciones y tiroteos parkinsónicos.
No voy a perder, a pesar de todo, la oportunidad de dejar por escrito las ideas, en plan reflexivo-cool.
[Sin spoilers -y también sin crítica de cine propiamente dicha (si es que alguien hace de eso aquí)- abajo]
Y ese es el gran fallo de un intento fallido de hacer triunfar de nuevo al dúo Damon-Greengrass (o viceversa): nada trasciende en lo cinematográfico. El poso que deja la película es mínimo, y más que escenas, diálogos, personajes o cualquier cosa parecida, lo que permanece en la mente son ideas. Un par de ellas, únicos oasis que sobreviven a la falta de alma de la película impuesta por esa narración atropellada hasta el siniestro total en la que los momentos de calma son meras ilusiones intercaladas entre persecuciones y tiroteos parkinsónicos.
No voy a perder, a pesar de todo, la oportunidad de dejar por escrito las ideas, en plan reflexivo-cool.
[Sin spoilers -y también sin crítica de cine propiamente dicha (si es que alguien hace de eso aquí)- abajo]
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
La primera, y seguramente más interesante (por no demasiado común) es lo equivocada que está una sociedad que presume de saber que los EE.UU. presumen de ser el país más unido, como su propio nombre indica, al menos en espíritu patriótico del mundo. Pueden tener un espíritu patriótico que nada tendría que envidiarle al Santo, pero aquí vemos como su ejército -símbolo casi absoluto de la patria norteamericana- se lía de a hostias para arriba, acuciado por intereses que lo dividen.
La segunda, que vivimos en un mundo de cuento, en el que mientras el trajeado de turno* suelta un cuidado discurso sobre el triunfo de la voluntad democrática occidental en tierras orientales, todo muy bonito y con banderas, que no falten, en tierras orientales hay un par de casas en pie, y ninguna con tejado, todas ellas saqueadas y rodeadas a diario de cristos bélicos -léase matanzas- sostenidos por una mentira. Gorda.
*Sobre el trajeado de turno, el mentiroso... en la película se pone la sonada mentira sobre la existencia de armas nucleares en boca de un personaje muy concreto, pero me cuesta creer que dicho tipo no sea más que una representación de media Casa Blanca y cía. Vamos, que podrían haber atacado Irak con la punta de sus francas napias sin sacar el culo de territorio estadounidense.
Y así nos va.
Ideas interesantes, por no decir interesantísimas, que podrían estar envueltas en una película bastante mejor.
El momento: tirando hacia el final Al Rawi, motor argumental del filme, pregunta: "¿Cómo pensabáis cazarme?", y entre el doblaje al castellano y el acento árabe se le entiende (es lo que dice): "¿Cómo pensabais casarme?". Y se jode el "clímax".
La segunda, que vivimos en un mundo de cuento, en el que mientras el trajeado de turno* suelta un cuidado discurso sobre el triunfo de la voluntad democrática occidental en tierras orientales, todo muy bonito y con banderas, que no falten, en tierras orientales hay un par de casas en pie, y ninguna con tejado, todas ellas saqueadas y rodeadas a diario de cristos bélicos -léase matanzas- sostenidos por una mentira. Gorda.
*Sobre el trajeado de turno, el mentiroso... en la película se pone la sonada mentira sobre la existencia de armas nucleares en boca de un personaje muy concreto, pero me cuesta creer que dicho tipo no sea más que una representación de media Casa Blanca y cía. Vamos, que podrían haber atacado Irak con la punta de sus francas napias sin sacar el culo de territorio estadounidense.
Y así nos va.
Ideas interesantes, por no decir interesantísimas, que podrían estar envueltas en una película bastante mejor.
El momento: tirando hacia el final Al Rawi, motor argumental del filme, pregunta: "¿Cómo pensabáis cazarme?", y entre el doblaje al castellano y el acento árabe se le entiende (es lo que dice): "¿Cómo pensabais casarme?". Y se jode el "clímax".