Niels Arden Oplev hace un trabajo calificable de "de oficio". Lo del título no va porque no respete la novela, va porque no se le ve demasiado implicado en el proyecto. Más bien parece distanciarse un poco de él, esforzándose únicamente en darle un toque impersonal propio de una película de encargo.
No obstante, aprueba holgadamente en la dirección, sí, que aunque no sea nada del otro mundo, consigue lo mínimo que se le podía exigir: hacer la película algo llevadera (a poder ser, más que el libro), y firmar un par de escenas que, al igual que en la novela, tenían intención de enturbiar la mente del espectador, amén de meterle violentamente en la trama.

La primera entrega de Millenium no me parece ni de coña merecedora del reconocimiento que tiene. Es más, me pregunto cómo lo ha conseguido. Por esto, la película no goza de un material de primera, ni mucho menos, como base. Aunque también juega con la ventaja de que Los hombres que no amaban a las mujeres tiene, a mi modo de ver, más de cinematográfico que de literario.
Por eso su adaptación es más que correcta. El guionista destierra todo atisbo de la complejidad del libro (por otra parte, no muy abundante), tanto en la trama como en los sencillamente dibujados personajes, para construir una historia simple y de desarrollo tan ágil como las muchas páginas "vacías" de Millenium I lo permiten.

En fin, el resultado es interesante, tanto si se ve la película buscando un entretenimiento cinematográfico, como si se pretende hallar en ella una decente adaptación (bastante fiel; aunque haga sobre la historia original cambios significativos, éstos se quedan en nada frente a lo que cabe esperar de una adaptación hoy en día). En cualquier caso, no es nada especial, ni debería pasar a la historia por su calidad... cosa que, inexplicablemente, ya ha hecho el libro.