Despropósito de argumento, cuya esencia resume con bastante acierto Manu por allá arriba, que sólo, o poco más que sólo, sirve para justificar (como quien dice que el perro se comió sus deberes, aunque más como quien dice que sus deberes se comieron al perro y se encuentran indigestos) un espectáculo visual encumbrable como espectáculo visual y nada más.

Nunca los bullet times parkinsupersónicos/epilépticos de Zack Snyder habían lucido también, y quien iba a decir que eso iba a ocurrir gracias a lechuzas que se ponen guantes de metal en las garras para luchar.

La peli es entretenida, sí, y el apartado visual es digno de recibir renovada referencia, mas es ñoño el diseño de personajes -mucha niñería- y en especial de sus frases, elementos de un guión mediante cuyo presunto escogimiento e indudable conversión en película Snyder muestra poco arrojo y mermadas pretensiones más allá de las de darse un festín de animación muy bonita.

Está el inevitable mensaje para los nenes, contrarrestado por momentos épicos ciertamente logrados, contrarrestados de nuevo y en un 23% de las ocasiones por chorradas que conforman el mentado despropósito argumental, del tipo "confía en tu molleja". Palabro muy feo que podrían haber sustituido por otro decente, como "fiordo" o "tuluso", de sonoridad menos irrisoria y más suavitaria.