Un servidor solamente ha visto la primera y la última entrega de esta saga. Ya ha llovido bastante desde que en el año 2000 se estrenara el origen de esta franquicia, pero he de decir que el patrón de este filme es idéntico en todo a la película que vi hace 11 años. El argumento es calcado: un chico tiene una premonición de que va a morir, convence a sus amigos para librarse in extremis de su fatal predestinación y luego van cayendo uno a uno fruto de una especie de “justicia” del universo debido a que tendrían que haber muerto anteriormente.

El filme entretiene, tiene muertes llamativas e incluso puede que sea lo que querían los seguidores de la saga. Sin embargo, un servidor opina que no está justificado hacer una quinta entrega ofreciendo exactamente lo mismo que antes. Por otro lado, me he llevado una sorpresa porque algunos espectadores hablan de que les gustó su suspense… pues no sé yo dónde estará su intriga porque aquí por saberse se sabe hasta en el orden que van a ir palmando. Además, las muertes las radiografían 10 minutos antes de que sucedan por lo que ninguna te coge de sopetón (aparte de que son de lo más rebuscadas y rocambolescas que te puedas imaginar).

Sé de sobra que en un producto de esta índole no se busca poseer un buen guión o unas interpretaciones inconmensurables. Vale, de acuerdo, así es. No obstante, esto no es razón suficiente para abandonar un guión a su suerte (es pobrísimo a todos los niveles) y tolerar que las actuaciones sean más propias de aficionados que de actores (vaya tela como sobreactúa más de uno). En mi opinión, el director debió de exigir un poquitín más en estas dos facetas y no estrujarse el cerebro solamente en lo macabras que tenían que ser las muertes.

¿Recomendaría ir al cine a verla? Pues la verdad es que no a menos que seas un fan incondicional de la saga. “Destino final 5” tiene una puesta en escena más que decente, una impactante secuencia inicial (es lo mejor que he visto en películas de este tipo desde hace muchísimos años), pero luego se vuelve muy previsible y, además, se va desinflando a pasos agigantados conforme avanza el metraje hasta terminar ofreciéndote poco más que un vulgar entretenimiento de usar y tirar.