La película es lentísima, aburrida y con una casi completa ausencia de acción. Si a esto añadimos que ya sabíamos como iba a terminar (Hitler no la palma y los conspiradores son ejecutados), el resultado es un filme sin suspense, sin emociones, tremendamente pesado y que ni siquiera cumple como documento histórico en mi opinión. Si a todo esto le sumamos el error que supone que papeles que debieran ser eminentemente alemanes estén interpretados por caras popularmente conocidas en el mundo de Hollywood, nos encontramos con que la credibilidad y el rigor histórico de dicha película se derrumban tanto o más que los vanos intentos de acabar con la vida del Führer. En este sentido, y ya que todo el peso de la película recae en Tom Cruise, también es sobre él en quién debe caer lógicamente todo el peso de la crítica, porque su interpretación es horripilante, bastante plana, y con pocas dosis de autenticidad. Incluso me atrevo a decir que es la peor interpretación de su carrera profesional.

No sé que dirán los demás, respeto las críticas y opiniones de todo el mundo, pero a mí esta película me ha parecido un Truño de campeonato.