La película va de catástrofes y de ataques terroristas en Los Angeles, pero no es una superproducción Hollywoodiense con el héroe y los malos de turno. Ahí es donde está su originalidad y la sorpresa que te llevas cuando empiezas a verla, ya que el centro de la historia no son los ataques. La trama está centrada en personas normales, que bien podrían haber sido los vecinos de la casa de enfrente, es una historia de esas que se obvian en cualquier otra película de este género porque no interesan a nadie y que aquí se narra con gran detalle. El problema es que el único defecto que tiene la película reside exactamente ahí. La historia se va desinflando poco a poco y hay muchos minutos que podrían haber sido eliminados sin ningún problema. Los diálogos son cansinos, las secuencias de flashes de la película cansan transcurrida la mitad de la cinta y su ritmo de avance es lentísimo, a pesar de que las interpretaciones de los actores sean buenas. Por increíble que parezca, ya que esta película la han hecho con 4 duros, no tiene nada de acción y se hace muy pesada, a mí me ha gustado por su originalidad y recomiendo su visionado.