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Voto de Vicarmonica:
8
Romance. Drama Hong Kong, 1962. Chow, redactor jefe de un diario local, se muda con su mujer a un edificio habitado principalmente por residentes de Shanghai. Allí conoce a Li-zhen, una joven que acaba de instalarse en el mismo edificio con su esposo. Ella es secretaria de una empresa de exportación y su marido está continuamente de viaje de negocios. Como la mujer de Chow también está casi siempre fuera de casa, Li-zhen y Chow pasan cada vez más ... [+]
2 de febrero de 2015
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un timbre que suena, una llamada inesperada, un paseo en la noche, un cruce de miradas… y de repente se pone a llover. A través de detalles como estos, "In the mood for love" muestra la complejidad de un sentimiento tan puro e incontrolable como es el amor.
La película, ambientada en los 60 de Hong Kong, narra la historia dos personas que, al descubrir que sus respectivos cónyuges los están traicionando, comienzan a estrechar vínculos en una relación de complicidad y estima que acabará transcendiendo más allá de la mera atracción física. Dolor y deseo quedan asegurados en un film que asume lo cotidiano y lo presenta a base de sutilezas, con una estética cuya perfección formal destaca por encima de todas las cosas.
Sin duda el argumento, simple y realista, cobra magnificencia precisamente por su naturalidad, pues perfectamente podría referirse a la historia de cualquier persona en cualquier momento y lugar. La relación que se forja entre los protagonistas -más platónica que pasional- no es algo que surja repentinamente, sino que se cuece a fuego lento, fundamentada en la comprensión y el respeto mutuo. Ningún elemento trascendental se interpone entre ellos; lo único que les impide corresponderse es, sencillamente, la realidad.
Pero a pesar de que la trama se alce como uno de los grandes pilares de la cinta, si hay algo que la caracteriza verdaderamente es su particular tratamiento técnico. Y es que Wong Kar-Wai hace de la sugerencia un arte, prestando más atención a ciertos elementos que a los propios personajes, a los que con frecuencia gusta dejar fuera de plano. En todo este entramado, el espectador -prácticamente ultrajando con su intromisión la intimidad de los personajes-, debe completar con su imaginación lo que las imágenes ocultan, situándose continuamente ante la expectación que genera cada “quizás”.
Sobra mencionar que la belleza fotográfica de la película es más que sensacional, tanto por su cálida iluminación como por su meticulosa ambientación. De igual forma, la banda sonora pasa a ser otro factor de renombre del film, pues además de la más que conocida Yumeji's Theme de Shigeru Umebayashi, se compone de algunos de los más famosos boleros de Nat King Cole, con un resultado sorprendentemente acorde con el hilo narrativo de la historia.
"In the mood of love", la triste historia de lo que fue y de lo que pudo ser, pone de manifiesto que ante los sentimientos no hay elección, y que ante la pregunta: “¿Cómo comenzó todo?”, la respuesta siempre es la misma.

Wong Kar-Wai brilla por su exquisitez.

El director de origen honkonés es actualmente reconocido como uno de los más grandes regidores del panorama cinematográfico. Debido principalmente a su peculiar y refinado tratamiento estético, o como algunos denominan “poético”, Wong Kar-Wai se ha forjado su reputación a base de trabajos que destacan por su gran sutilidad y delicadeza artística. Es importante mencionar que en ello ha influido notablemente la participación de su más fiel colaborador, el australiano Christopher Doyle, que como director de fotografía de films como "In the mood for love", ha dotado a sus obras de la elegancia que las caracteriza.

La repetición en "In the mood of love".

Es bien sabido que Wong Kar-Wai utiliza para la película gran variedad de recursos estilísticos y cinematográficos. Sin embargo, entre ellos destaca la repetición de secuencias casi idénticas, o bien para dar la impresión de una continuidad monótona, o bien cambiando partes del diálogo para mostrar las diferentes posibilidades de una misma historia. En el primer caso, las secuencias se exhiben a cámara lenta y con independencia total de los diálogos, sonando la banda sonora como fondo ambiental. Y en el segundo caso, solo se cambian algunos aspectos del guion, como si fueran ensayos de una realidad.

Por Vicarmonica, historiadora del Arte y amante del Séptimo Arte.
Blog de cine Cinarmónica http://vicarmonica.blogspot.es/
Vicarmonica
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