Un amor entre dos mundos es una película que se presenta como una historia de amor en un mundo de ciencia ficción bastante curioso, y eso es lo que ofrece una vez vista.

Sin embargo, la parte negativa es que se queda a medias en lo de la historia romántica y también es algo decepcionante en cuanto a la parte de ciencia ficción, ya que el guión no explota suficientemente ninguno de los dos aspectos que se suponen son el tirón para ver esta cinta. El problema de la historia de amor es que cae en convencionalismos sin arriesgar, no ofrece nada nuevo, mientras la civilización de ciencia ficción donde se desarrolla es tal vez demasiado fantasiosa, con un cierto sabor cyberpunk pero sin ahondar en explicaciones, es un acto de fe para el espectador. A pesar de todo, lo de estar en dos mundos opuestos es muy curioso de ver y la trama acaba saliendo más o menos airosa de la dificultad de un planteamiento tan difícil de creer, en parte gracias a los buenos efectos especiales, en cuanto a la historia de amor no se hace demasiado pesada, con los actores haciendo un buen trabajo.

En definitiva, es una película que se puede ver, aunque no pasará a la historia del cine.