Los primeros minutos no me llamaron mucho la atención, pensaba que estaba entre otro intento fallido de "western" televisivos pero con mejor dirección artística y fotográfica así como con buenos actores. Pero en lugar de dejarla e irme a la cama (ya estaba siendo tarde) le di una oportunidad porque el tema era uno que me interesaba: la familia como institución legal informal, paralela a la del Derecho Legal-Racional. O al menos así lo interpreto.

Y la verdad es que no me arrepiento.

Cierto es que a priori es todo muy genérico y convencional (pero no malo). La fotografía es naturalista, la dirección y el montaje es estándar, académica, lo hemos visto miles de veces; y la música es monótona y no siempre bien implementada. Hasta ahí todo normal, lo hemos visto ya, ¿tiene esta obra algo de diferente? Tiene sus cosas, no presentan una identidad única y un cambio radical, pero hacen que destaque sobre otras creaciones del mismo palo. Para empezar tienen una ambientación muy bien cuidada: el húmedo entorno forestal, la suciedad, armas de época, algo de costumbrismo y unos personajes que están bien integrados en su mundo y que, en el caso de los principales, son bastante diferenciados entre sí (pese a que con tanto pariente terminas echo un lío). Pero si algo me ha conquistado es como tratan la muerte y el conflicto: ninguna es épica ni excesivamente dramática, ocurren y se sienten asquerosas como de haber jugado sucio o no estar uno en sus cabales. Además, los personajes que supuestamente se tienen que mostrar más duros, los patriarcas, dan muestras de su pesar, tristeza y desgana, además de impotencia alguna vez, aunque intenten ocultarlo porque deben dar imagen de una autoridad inquebrantable porque la venganza de sangre, el ojo por ojo y diente por diente, conlleva mucho sufrimiento pero por honor (en la propia lógica de este fenómeno) hay que llevarla hasta el final.

En este aspecto entra el tema de la legalidad y la legitimidad, porque aunque empiece como un asesinato menor pronto se convierte por los lazos familiares en una especie de guerra tribal en la que debe haber frenos. Por eso en cierto momento uno de los clanes recurre a la legalidad jurídica, estatal, en lugar del "derecho salvaje". Este giro le dará a uno de los dos grupos la legitimidad que necesita para quedar como los "buenos" y terminar triunfando.

Pero eso sí, que la historia te reconozca como el lado bueno (el menos malo al menos) y como vencedor no hará que todo lo que se perdió por el camino se recupere.