Así da comienzo uno de los productos más sorprendentes de la historia de Hollywood.

Pasó excesivamente desapercibida al coincidir su estreno con los acontecimientos del 11 de Septiembre.

La película, a pesar de sus efectos especiales aprobados por los pelos, una banda sonora acertada aunque sólo pasable y las deliberadas situaciones rebuscadas que pueden confundir a más de uno, es un derroche de imaginación que no pueden perderse los amigos de lo inesperado...

Mantiene un personaje principal especialmente interesante y bien descrito (sin duda lo mejor del filme) y la historia engancha creando sorpresa tras sorpresa.

La obra es destacable como pasatiempo para los aficionados a los rompecabezas, ya que la película está rebosante de una serie de situaciones relacionables entre sí en una historia que da vueltas y vueltas descaradamente para tratar de conservar la inexpugnabilidad de la trama a primera vista.

De una originalidad relativa, al ser la última de una repentina avalancha de películas con mismas intenciones (Dark city -1998-, Matrix -1999-, Memento -2000-) es un trabajo que debería ser, sino imprescindible, de destacada importancia en la filmoteca de las mentes inquietas.

Buena y curiosa pieza.