Si el cine fuese música, Grease sería una canción pop, fresca, alegre, de estribillo pegadizo, como las que componen su banda sonora. Tal vez si nos ponemos a sacarle defectos como película seguramente los encontremos a rabiar, pero nos estaríamos engañando a nosotros mismos: Seguramente sea una película tonta pero, ¿acaso pretende Grease ser una película seria? Divertida como pocas, alegre, luminosa, descarada, inolvidable, llena de pegadizas canciones... Si concebimos un cine hecho puramente para divertir y entretener, Grease consigue a base de canciones y brillantina situarse en la cumbre.