Puedo decir que The Wire es una obra maestra que podía servir perfectamente como referente de lo que ha de ser una buena serie. La historia planteada no es sino el reflejo de lo que puede ser una sociedad, abandonada pero viva.

Los personajes no son tanto identidades personales como una representación de los colectivos atados a ellos, y de ahí la escasa inmersión en la vida personal de los mismos. Estos peones evolucionan no por sus dramas personales, lo hacen como mecanismo de supervivencia a un entorno cambiante, y de ahí, el nombre de mí critica:

"El uróboros es un símbolo que muestra a un animal que engulle su propia cola y que conforma, con su cuerpo, una forma circular. El uróboros simboliza el ciclo eterno de las cosas, también el esfuerzo eterno, la lucha eterna o bien el esfuerzo inútil, ya que el ciclo vuelve a comenzar a pesar de las acciones para impedirlo."

La cinta refleja a la perfección el transcurso de esos interminables ciclos, donde al rey se le arrebata la corona, el yonki abandona la calle, el camello muere en la esquina y el policía abandona el departamento, siendo inconscientes que su autentica labor es la de ocupar el asiento hasta que otro lo haga.
No es casualidad que la primera y segunda temporada concluyan en el lugar donde comenzaron, que la serie nazca y muera con McNulty, pese a que este nunca se afiance como protagonista, ni que estos momentos se vean acompañados con el tema de la serie en su versión original.

The Wire nos presenta una sociedad integrada no por personajes, sino más bien por personas, que aun estando ligadas al elenco que representan, están atadas a sus virtudes y defectos individuales, y con ello facilita la evolución de los mismos, haciéndonos participes de como un niño al que vemos jugar en un callejón termina por caer sumido en una droga-dicción o como los ideales de un joven político se corrompen a fin de conservar su poder.

Para alguien que no ha visto la serie, le aconsejaría que tras cada episodio se tomase un instante para saborear la pincelada que acaba de presenciar, y solo así contemplar el retrato de la sociedad, como una suma de todo, y que tuviese preste que aquí no hay buenos ni malos, solo gente intentándose hacer un hueco entre el estiércol, unos limpiándolo, otros vendiéndolo, pero aquí viene lo más importante:

"Ningún bando gana, solo hay uno que pierde más lentamente"
-Roland Pryzbylewski