Habiéndose estrenado hace solo unos días su secuela, una vocecilla en mi cabeza me ha animado a rememorar una película que vi cuando tenia 4 o 5 años.
¿Conocéis esa sensación de decepción que te invade cuando ves una película con retrospectiva o con un punto de vista más maduro? ¿Esa sensación de que el guion carece de sentido o de que la animación no ha envejecido bien?
Este sentimiento me ha recorrido la cabeza una y otra vez al releer ciertos libros, rejugar ciertos videojuegos o volver a ver algunas películas de mi infancia, pero para mi alegría y asombro este no ha sido el caso.

Lo cierto es que no tengo muy claro como afrontar esta critica, por lo que me dispongo a puntuar ciertos aspectos que bajo mi criterio merecen ser resaltados:

1º El guion resulta no solo plausible, sino también coherente. La historia es capaz de hacerme creer que Bob está cansado de su vida como civil, y me hace empatizar con el, hasta el punto de generarme una pseudo-nostalgia cuando en la soledad de su despacho contempla los recuerdos de su vida pasada.

2º La historia se percibe desde diferentes capas, encandilando a los niños con la personificación de sus más inocentes fantasías, y sirviendo un plato de análisis para los más adultos, aspecto que alabo, puesto que refuerza y establece como precedente una referencia de lo que ha de ser una película para "toda a familia"

3º Los personajes que nos da a conocer el film rebosan carisma, y creo que de ahí nacen mis ganas de ver una segunda parte. (Especial mención a Forzono y Edna Moda)

Como único punto negativo mencionaría algo un poco subjetivo, y es que a diferencia de lo que si me ha sucedido viendo Sherk o Ratatouille, la ambientación no me ha sobrecogido, no ha sido capaz de despertar a ese niño, no se si por culpa de la gran carga psicológica que (con mucho acierto) aborda conceptos como la frustración de un individuo diferente a la sociedad que lo rodea o como las vías de escape que los integrantes de esta familia utilizan para superar tales carencias, o por el contrario, si es solo culpa de que el escenario en lo que a la isla se refiere me recuerde a una película de James Bond (Sabéis a lo que me refiero)

Ahora me despido; no sé donde he puesto mi supertraje...