Hay pocas películas que trascienden el mero entretenimiento y la ficción en pantalla y se convierten en objetos de enseñanza, atemporales, obras maestras por lo tanto. Bien, éste es uno de esos casos.
Está basada en una novela ganadora del Premio Pulitzer lo cual ya es un comienzo más que prometedor. Todo en esta cinta se me antoja perfecto, insustituible, conciso y directo, tan descarnado como realista, tan crítico como ejemplarizante.

Sin entrar a destripar demasiado, atiza a todo lo que tenga que ver con política. Desde el sistema electoral hasta los regímenes personalistas, vanidad, corrupción, egoísmo, soberbia y el 'todo vale' llevado hasta el último extremo. Y todo ello concentrado en poco más de cien minutos. Igualmente cuenta con interpretaciones magníficas y una excelente fotografía.

Lo más triste es que nunca hubiera conocido de su existencia de no haber sido por el listado de películas emitidas por "¡Qué grande es el cine!" que tuve a bien hallar. Hoy en día esta obra sería impensable que se emitiera por televisión, a menos por las de mayor audiencia. Incluso tengo la certeza que no convendría que se rodara en nuestros días. Si eres de los afortunados que la has visto comprenderás el porqué.