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Voto de sotapacadelupiak:
3
Thriller. Intriga. Romance Claire Stenwick (Julia Roberts), ex agente de la CIA, y Ray Koval (Clive Owen), ex agente del MI6, han abandonado el mundo del espionaje para dedicarse a un negocio más lucrativo que los convierte en enemigos: su misión consiste en encontrar la fórmula de un producto que hará ganar una auténtica fortuna a la empresa que la consiga. Sus jefes son el titán de la industria Howard Tully (Tom Wilkinson) y el desaprensivo consejero delegado ... [+]
12 de abril de 2009
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dos grandes multinacionales del mundo de la cosmética, Equikrom y Burkett & Randle, se encuentran en guerra. El mercado lo es todo y sus dirigentes saben que el primero que saque a la calle el producto estrella hundirá a la competencia. Ray y Claire son espías profesionales. Inesperadamente se encuentran cuando ella ha de entregar una importante información a la empresa Equikrom y el contacto de esa empresa resulta ser Ray. Ambos se conocieron años atrás, cuando trabajaban para sus respectivos gobiernos -él en el M-16 y ella en la CIA-, pero pronto se pasaron al sector privado y ahora los dos trabajan para la misma empresa. La única diferencia es que él lo hace normalmente y ella infiltrada en la compañía de la competencia, Burkett & Randle, con el objetivo de birlar cualquier información empresarial. Y ahora esa 'bomba informativa' es el anuncio de un nuevo producto que revolucionará el mundo de la estética...

El film juega juega continuamente la baza del engaño propio de las películas del subgénero del espionaje. El problema no es entonces la enmarañada red de contactos, diálogos, ambigüedades y planes de acción, diseñada para atrapar al espectador, invitándole al principio a preguntarse quién engaña a quién, y quién dice la verdad, algo a lo que acaba claudicando por puro aburrimiento. No, el problema es más bien que Gilroy no ofrece más que un vacío divertimento, una gran parodia de todo ese idealizado mundo de los espías antes mencionado. Y eso es llevar la broma demasiado lejos. Al final queda poco más que una improbable historia de amor, y un suspense que se podría llamar 'anecdótico'. El atractivo de la película estriba entonces casi únicamente en el reparto. Y hay que reconocer que Julia Roberts y Clive Owen -que ya trabajaron juntos en la infame Closer- forman una buena pareja en pantalla, con un toque humorístico natural. Su reiterado juego de diálogos funciona y hay química entre ellos.
sotapacadelupiak
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