Ángeles Caídos es una película típica de Wong Kar-wai, es imposible asociarla a otro director ni por error, es un trabajo bruto, sin pulir del todo, con sus pequeños detalles allí y allá, pero en esencia tiene su olor, su gusto, su vistosidad, su sonido e incluso se puede palpar, y aunque con los años desarrolle de forma magistral los elementos, esto son los que lo hacen suya: una historia de vidas encontradas, en busca del amor, con un desarrollo de lo más peculiar y original, cargado de excentricidades, con muy pocos diálogos, pero mucha voz en off, con actuaciones interesantes donde los gestos y los movimientos dicen más que las propias palabras, con una cámara disloca, con imágenes en lento movimiento con ángulos de cámara casi inimaginables pero exquisitos, con una fotografía buena, remarcando los colores, esta vez, el corazón de los protagonistas y su oscuridad, y sobre todo e igual de importante la música, canciones del ayer, hermosas de escuchar y perfectas para la ocasión.

La película en sí no es gran cosa, con lo qué he visto de este director, pero aún así entretiene, aunque también depende de los gustos, y para mí, no es de los directores que más aprecie, aunque tampoco desteto, pero quitando su estética, lo que es atractivo sentimental a la hora de transmitir, es nulo.

En fin, los amantes del director la apreciaran y están obligados a verla, el resto de los mortales, pueden elegir, no es gran cosa, pero si no la ven tampoco se pierden nada.