Marrowbone se vende como la atípica película de terror juvenil, pero no deja de ser un drama de intriga sobre el miedo, el temor, y el amor incondicional con un giro argumental al final para acabar de poner la guinda al pastel.

Es correcta en todos los elementos, no destacándose ni desmereciéndose en ninguno, ya que sigue las reglas habituales del género y de los elementos artísticos y técnicos, y por ello tiene mérito, ya que la línea del equilibrio es la más delgada, siendo más fácil, la caída y eso lo sabes porque cuando terminas de verla, sabes que no has visto una maravilla, pero tampoco un bodrio donde te han soplado los 10 euros por la entrada, te vas satisfecho.

Un 6 sobre 10 por mantenerse, y por el giro argumental, que se veía venir, pero puede sorprender a más de uno si lo pilla algo tarde.