La serie muy alejada de la del 2005 es una continuación, se supone, en la zona del aeropuerto, aunque los recuerdos ya no me llegan para tanto.

Tiene un comienzo muy infantil, juvenil, como cualquier otra serie de institutos, incluso, llega a hacerte dudar si lo qué estas viendo pertenece a Blood-C o es otra serie, y no sólo por ello, si no por el personaje principal Saya, retocada y carente del aura oscura que siempre la rodea, convertida en un personaje débil y físicamente no se parece en nada, aunque conforme va avanzando la serie, todo se va esclareciendo poco a poco, y el porqué de todas las dudas iniciales.

La serie evoluciona, en todos los aspectos, desde la trama y más importante, hasta los personajes, volviéndose más adictiva con el paso de los episodios, aunque su final es abierto, dejándolo para el film, Blood-C: The Last Dark.

La serie aparte de su trama intrigante, destaca en otro aspecto, su sadismo. Hay dos versiones que se pueden ver, la censurada y la no censurada, y recomiendo la de sin censura, se puede ver la crueldad de los dibujantes, junto al exceso de sangre en el papel, tremenda y dura en algunos momentos, pero esa es la serie real y no la censurada, que se vuelve más light y carente de esa fuerza oscura de los dibujantes, sobre todo en el último tercio de la serie es necesario.

En fin, los amantes de Saya lo agradecerán y realmente serán ellos quien la visualicen, pero siempre puede haber algún despistado. Disfrutenla.