Un nuevo film de acción futurística, tergiversando el mito de Frankenstein, donde un cerebrito creará un robot con conciencia, todo ello rodeado de acción, mucha acción, con pistolas que no dejan de disparar, explosiones como las del cuatro del julio, malas palabras, algo de sangre y personajes cutres y ordinarios barriobajeros en eterna lucha contra los "famosos" egocéntricos, pero por supuesto, adornado con un guion simple y normal, dramas personales absurdos de poder y sobre todo sentimientos infantiles que definirán el film, no hacia la eternidad, sino hacia el enorme almacén de lo común, la montaña donde desaparecen con el tiempo todos los films sin nada especial, el "montón" de fracasos Hollywood.

Un film sin nada especial, donde las figuras de Weaver y Jackman junto al robot Chappie son lo más interesante, aunque los dos primeros negativamente, por su pequeña caída cualitativa al aceptar un trabajo tan cutre, tan alejados de lo que pueden hacer, pero como dicen en Cataluña, "La pela es la pela" y las mansiones cuestan mantenerlas, el cambio el tercero, el robot por su estética y su posible secuela será verlo un placer, siempre y cuando se limen aspectos argumentales.

En fin, para pasar el rato, sin grandes pretensiones.