Serie de animación con una base perfecta, apoyada en un reputado estudio y en buen equipo de trabajo, dispuesto en dulces capas de una atractiva historia fantástica, irreal, llena de acción, luchas a espadas y por supuesto sangre, mucha sangre, todo ello adornado de dulces adornos sentimentalistas lacrimógenos a la par que se va desarrollando su increíble trama, en definitiva, un pastel que no empacha y por supuesto, no te envenena bajo la falsedad de promesas de adelgazamiento y estilización, tiene la forma que tiene, y bajo esa forma se ofrece todo, y si llegará a decepcionar, es que simplemente, el catador, no es amante de la dulce animación.



Lo malo, es que con tan exuberante sabor, te quedas con ganas de más.