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Voto de Lulita:
3.063
Drama
Aleix, un profesor interino asume la tarea de ser tutor de una clase de sexto de primaria en un pueblo completamente desconocido para él. Cuando descubre que tiene que reintegrar a un alumno enfermo en el aula, se encuentra con un problema inesperado: casi ninguno de sus compañeros quiere que vuelva a clase.
2 de agosto de 2022
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ufff...
Bueno, es una cinta insulsa. Diálogos de los que esperas mayor profundidad pero es como que se cortan con un coitus interruptus que te deja fastidiado, con ganas de más (es que ni siquiera te llegas a correr, es un coitus interruptus justo cuando estás a puntito, pero se jode todo justo en ese momento, y es un fastidio, un gran fastidio). Sí, me he enrollado bastante con ese punto, pero es que, de verdad, esperaba algo más profundidad que un:
-Hola profe.
-Ah, te gusta estar ahí arriba.
-Sí.
-A mí me daría vértigo.
-Jajaja.
-Adiós.
-¡Adiós!
Aaaaaah, NOOO, BASTA, ASÍ NOOOOOO.
En fin... Sigo.
Las relaciones personales. Más de lo mismo: poquísima profundidad. Veo a la gente actuar, reaccionar, evolucionar... pero no entiendo bien qué es lo que les motiva. ¿Se supone que me lo tengo que imaginar? Es que está tan poco claro qué es lo que les mueve, que incluso afecta a la forma de interpretar de los actores. Se ve todo súper forzado, poco natural... Uffff. Y de todo, lo que más me chirría es la supuesta historia de amor entre la inspectora y el profe. ¿Sabéis qué pasa? Que si no cuentas bien una historia de amor, pues lo que te sale es una cursilada del copón con la que te resulta imposible identificarte, y no te queda otra que girar la cabeza cada vez que aparece una escena "intensita". Dios santo. Basta, por favor, BASTAAAAAAAAAA.
Ay... ¿qué más se me ha quedado en el tintero? A ver... Pues no sé, creo que nada. Voy a mencionar lo poco bueno que tiene la peli, pues. A ver... Me gustó la valentía con la que se atreven a enseñar que un niño enfermo de cáncer puede haber sido un h*** de p***. Viva lo políticamente correcto, juas. También me gustó... uhm... la forma de grabar. Me gusta mucho cuando graban a la España tal como es, sin esconder nada: te hace sentirte como en casa en vez de en una película. Me gusta lo tranquila y reposada que es, sin estridencias ni sobresaltos ni nada que te recuerde que estás en una película. Es como un documental de la España pueblerina.
Y ya está, la verdad es que la peli no da para mucho más.
Bueno, es una cinta insulsa. Diálogos de los que esperas mayor profundidad pero es como que se cortan con un coitus interruptus que te deja fastidiado, con ganas de más (es que ni siquiera te llegas a correr, es un coitus interruptus justo cuando estás a puntito, pero se jode todo justo en ese momento, y es un fastidio, un gran fastidio). Sí, me he enrollado bastante con ese punto, pero es que, de verdad, esperaba algo más profundidad que un:
-Hola profe.
-Ah, te gusta estar ahí arriba.
-Sí.
-A mí me daría vértigo.
-Jajaja.
-Adiós.
-¡Adiós!
Aaaaaah, NOOO, BASTA, ASÍ NOOOOOO.
En fin... Sigo.
Las relaciones personales. Más de lo mismo: poquísima profundidad. Veo a la gente actuar, reaccionar, evolucionar... pero no entiendo bien qué es lo que les motiva. ¿Se supone que me lo tengo que imaginar? Es que está tan poco claro qué es lo que les mueve, que incluso afecta a la forma de interpretar de los actores. Se ve todo súper forzado, poco natural... Uffff. Y de todo, lo que más me chirría es la supuesta historia de amor entre la inspectora y el profe. ¿Sabéis qué pasa? Que si no cuentas bien una historia de amor, pues lo que te sale es una cursilada del copón con la que te resulta imposible identificarte, y no te queda otra que girar la cabeza cada vez que aparece una escena "intensita". Dios santo. Basta, por favor, BASTAAAAAAAAAA.
Ay... ¿qué más se me ha quedado en el tintero? A ver... Pues no sé, creo que nada. Voy a mencionar lo poco bueno que tiene la peli, pues. A ver... Me gustó la valentía con la que se atreven a enseñar que un niño enfermo de cáncer puede haber sido un h*** de p***. Viva lo políticamente correcto, juas. También me gustó... uhm... la forma de grabar. Me gusta mucho cuando graban a la España tal como es, sin esconder nada: te hace sentirte como en casa en vez de en una película. Me gusta lo tranquila y reposada que es, sin estridencias ni sobresaltos ni nada que te recuerde que estás en una película. Es como un documental de la España pueblerina.
Y ya está, la verdad es que la peli no da para mucho más.
