Celebro profundamente las altas valoraciones que el usuario de filmaffinity otorga a este peliculón, que se encuentra entre las obras maestras de Woody Allen y que engrosa la lista de películas con las que el genial neoyorquino hizo perder dinero a la productora que le apoyaba.

Uno no termina de aceptar que el gran público dé la espalda a filmes de este calibre, en el que se arroja una profunda sonda al alma humana, la cual nos rebota un lúcido cóctel sobre la temática habitual de Allen: la vida, la muerte, el amor, la sexualidad, la infidelidad, el crimen para taparla, dios, la religión, las comidas familiares en las que te acusan de comunista a la primera de cambio…

Todo ello se hace con gran sensibilidad, demostrando mucho oficio y un gran amor por el séptimo arte.

Uno, que ha crecido viendo esta película y otras similares, se pregunta si no estará -de forma inconsciente- copiando la forma de educar a sus hijos a través del cine, como hace con su sobrina el personaje cómico y romántico que encarna Woody Allen en ‘Delitos y faltas’

La vida imita al arte, claro que sí. Que así siga siendo.