Haz click aquí para copiar la URL
Estados Unidos Estados Unidos · 544 Camp Street. New Orleans
Voto de Jinete nocturno:
7
Terror En el mundo actual, los muertos vivientes ocupan una tierra desértica mientras intentan llevar una vida "normal" a las afueras de una ciudad fortificada. En el interior, un puñado de oportunistas sin escrúpulos ha construido una nueva sociedad a la que contemplan desde la altura de un rascacielos. Abajo, en las calles, la gente intenta sobrevivir. Fuera, el ejército de los muertos se acerca. Dentro, reina la anarquía. La supervivencia ... [+]
20 de mayo de 2010
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hace ya algún tiempo que vi está película, pero hay algo que me ha hecho decidirme a dedicarle una crítica justo ahora, un año largo después.

"¿El qué?", os preguntaréis con ansiedad.

Pues... Muy sencillo. Estaba repasando las críticas del los compis y he leído algo que me ha llegado al alma. A saber: que la mejor película de zombies de la historia era “sin ningún tipo de dudas” el remake de “El Amanecer de los Muertos” que rodó Snyder el mismo año en que se estrenó la película que nos ocupa.

Y el Madrid de nuevo campeón de Europa.

En primer lugar –y siendo algo cabrón-, debo reconocer que tiendo a sospechar de la capacidad intelectual de los tipos que utilizan expresiones como “sin ningún tipo de dudas”, “siempre” o “jamás”…. Yo jamás hago tal cosa… Pero, coñas aparte y yendo al grano, debo decir que sí; la película de Snyder es cojonuda, de acuerdo. Pero que comparar un remake –es decir, simple "copy-paste"- con su original es un ejercicio injusto y bastante ridículo. Porque, ¿dónde está el merito, en idear algo y darle forma o en limitarse a coger el trabajo de otro y darle un par de capas de pintura?

Es aquí donde me toca reivindicar a Romero. Y no sólo porque inventase el género y… blah, blah… toda esa mierda, que por descontado, sino porque Romero dota a todas sus películas de algo que a todos sus imitadores, peores o mejores, se les escapa: una venenosa y nada condescendiente carga social y política: Romero no se limita a brindarnos un festival de casquería más o menos entretenido, sino que nos sacude en cada película con un lúcido y despiadado retrato de la especie humana. Y es que, al contrario que Zapatero, mira tú por dónde, el gran G.A. es todo un “pesimista antropológico” que espera siempre lo peor de sus semejantes. No en vano todas sus películas acaban irremisiblemente en catástrofe… Por supuesto, causada por la estupidez humana, no por los “podridos”; que se limitan a hacer de palmeros mientras los aún más podridos vivos se joden entre sí.

En este sentido, “sin ningún tipo de dudas”, y aunque no llegue al nivel de “El Día de los Muertos”, esta película le da un par de cientos de patadas a la ‘profundidad de charco’ de la ya mencionada película de Snyder. Porque, de acuerdo, no te lo voy a negar: si uno quiere hacerse el tonto, puede quedarse en aquello de “una de Zombies” y limitarse aplaudir la evisceración más creativa, pero está bastante claro que Romero, quizás más descaradamente que nunca, ha querido dejarnos su ‘diagnostico’ de la situación: la película, llena de sarcasmo, mala leche y dobles sentidos, esconde una de las críticas más feroces hechas últimamente contra el capitalismo y sus “logros” –se agradece-… Eso por no mencionar frasecitas como el “No negociamos con terroristas” que suenan como autenticas bofetadas en la doble moral de la política yanqui.

Así, que… No me jodáis, amigos. Romero es Romero. No se compara a Dios con un gitano…
Jinete nocturno
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow