Aún siendo uno de los film más débiles del gran director, tiene momentos más que interesantes y consiguió que la pareja Grant-Kelly fuera muy efectiva de cara al público. En todo caso, el film siempre destaca más por su parte cómica que por el misterio en sí y sobretodo nos vemos admirados por una genial fotografía que nos acompaña en todo momento.
Un Cary Grant muy fiable en su estilo gracioso e inteligente pero también un poco absurdo y con toques de niñería que se podrían haber evitado. La historia cae por momentos en un romanticismo demasiado forzado y ahí la historia cae mucho de valor. Los secundario estuvieron estupendos y con una vital importancia en el guión.