Confieso que ya casi nunca comento películas porque ¿para qué sirve escribir improperios sobre bodrios insoportables que dicen ser cine? Allá cada cual, que la gente vea lo que quiera... Con El retorno de las golondrinas hago una excepción: este film me ha desarmado totalmente, me impresiona y conmueve muchísimo.

La película trata de dos seres humanos, criaturas sencillas y buenas, que llevan la vida de unos marginados en la China rural del presente. Es una forma de vida más propia del pasado que de nuestro presente capitalista, una forma de vida humilde que resulta (para mí) profundamente admirable. Así debió ser la humanidad, no hace tanto tiempo. No, no idealizo el pasado, soy consciente de que la vida antigua de los humanos también rebosaría maldad y crueldad. Pero me permito señalar que en ese entorno si sería posible vivir feliz con poco o casi nada.

Quizás lo que más me ha conmovido es que los personajes y la historia me resultaban casi repugnantes al comenzar a ver el film, y poco después me provocaban la mayor ternura. Al principio de la peli pensaba "Qué peste debe haber ahí", "Qué asco de sitio", "Menudos desgraciados". Media hora después, estaba al borde las lágrimas. Chapó por el director.

No pienso que sea exactamente neorrealista. O al menos no la idea que tengo yo del neorrealismo, con el que por cierto, nunca conecté del todo (decía Proust que una obra de arte en la que se percibe demasiado claramente el mensaje, es como hacer un regalo con la etiqueta del precio puesta; justo lo que siempre he echado en cara al neorrealismo italiano). En El retorno de las golondrinas, en cambio, el mensaje demasiado obvio nunca me ha llegado a fastidiar. Es, probablemente, una gran película a prueba de cínicos.