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España España · Madrid
Voto de Pedro:
8
Thriller. Drama. Romance Shanghai, 1942. La ciudad está ocupada por los japoneses. La señora Mak, una mujer rica y sofisticada, recuerda cómo empezó todo en 1938. Su verdadero nombre no es Mak, sino Wong Chia Chi. Poco antes de estallar la II Guerra Mundial (1939-1945), su padre huyó a Inglaterra y la dejó en China. Era estudiante universitaria y conoció a Kuang Yu Min, que acababa de fundar una compañía de teatro para fomentar el patriotismo. Wong Chia Chi se ... [+]
8 de octubre de 2009
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Siempre he considerado al director taiwanés afincado en Hollywood como alguien que reunía críticas situadas por encima de lo mostrado en sus películas. Salvo “El banquete de boda”, en el resto diría que ha estado sólo “cerca” de lograr algo para empezar a quitarse el sombrero. A pesar de la buena ambientación y fotografía que suelen ser características de sus trabajos, es un cineasta muy dado a atascarse casi siempre en el devenir de las historias y en el desarrollo de los protagonistas por caer en la comodidad de lo manido… Su anterior película -“Brokeback Mountain”- es claro ejemplo de cómo se puede contar con imágenes vistosas una relación de amor de lo más convencional (mostrada por el cine decenas de veces), y que de no ser porque se trataba del enamoramiento entre dos homosexuales hubiese pasado por la cartelera de puntillas.

La ambientación resulta una vez más uno de sus fuertes. Vemos así la ebullición en pantalla de Shangai en los años de la Segunda Guerra Mundial, cuando Japón había tomado buena parte de China. La fotografía, la situación de personajes, el planificado rodaje de las secuencias y el acompañamiento musical completan una estética más que satisfactoria. Llegados al punto del desarrollo argumental cabría preguntarse si Ang Lee se atasca como es habitual. Creo que ha llegado el momento de decir que esta vez no. Por fin vemos una frescura de guión que sale airosa de la sala de proyección. Y no es que se nos cuente algo nuevo, pues la Sra. Mak no es sino una versión china de Mata Hari, femme fatale que nos deleita con los más clásicos ingredientes de sensualidad y espionaje; sin embargo, es en el modo de mezclar estos ingredientes donde nuestro director acierta de pleno.

Por una parte convierte el sexo en algo tan vivo que se confunden los actores con personas reales que parece que no estuviesen interpretando sino gozando una locura de sentimientos desbordados… ¡Quiero algo así en mi vida! -se sorprenderá más de un espectador diciéndose a sí mismo-. Hay escenas que algunos directores de porno podrían copiar para dar a sus mecánicas películas un halo de autenticidad. Luego, sabe además plantear y resolver la trama de espionaje de forma muy convincente, sin trucos ni artificios, con realismo y haciendo que el espectador mantenga el suspense por conocer cómo acabará ese cóctel explosivo entre pasión e ideales políticos enfrentados que tienen como protagonista a una mujer que por encima de todas las cosas se presenta muy humana. Un personaje femenino central más que interesante y con profundo desarrollo de principio a fin de la cinta, interiorizado con absoluta credibilidad por Wei Tang.

Siendo probablemente esta película deudora de “Encadenados” de Alfred Hitchcock, al igual que la Sra. Mak vuelve a ser Wong Chia Chi cuando en la butaca del cine suspira frente a Cary Grant, los clásicos de ayer y de siempre cobran un poquito de vida en 2007 gracias a este peligroso deseo en 35 milímetros que no hay que dejar de ver.
Pedro
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