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España España · Madrid
Voto de Pedro:
6
Drama Retrato de la vida de Uxbal: padre abnegado e hijo desamparado. Intermediario de la sombra. Próximo a los desaparecidos. Atraído por los fantasmas. Sensible a los espíritus. Superviviente en el corazón de una Barcelona invisible. Sintiendo que la muerte le ronda, intenta encontrar la paz, proteger a sus hijos, salvarse a sí mismo. La historia de Uxbal es sencilla y compleja, al igual que nuestras vidas de hoy. (FILMAFFINITY)
11 de enero de 2011
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Iñárritu consigue la que probablemente sea su película más sórdida. Toda una oda a la miseria, a la fotografía de un entorno decadente, feo, sucio, desagradable. Hasta tal punto que tanto exceso, quizás no niego que por cierto prejuicio difícil e incluso imposible de abstraer, convierten el metraje en un duro lastre del que al menos yo no conseguí librarme. Si tal vez el argumento diera de sí, sorprendiera o maravillara... Pero ni por esas. La historia es tan sórdida como el entorno y tan simple como la vida misma rutinaria en el mundo de miserias que retrata.

Pero ahí está él. Como ya hiciera con el poeta Reinaldo Arenas en "Antes que anochezca", Javier Bardem agarra la interpretación por las entrañas y llena de expresividad y sentido no sólo al protagonista Uxbal sino a toda la película. Porque Bardem es Biutiful y Biutiful es Bardem. Un recital que eclipsa toda la fealdad del universo escrito y dirigido por Alejandro.

Cada escena de Uxbal, cada rictus, cada mirada perdida, cada entonación en cada frase, los sentimientos que atesora hacia el pequeño hijo, la interiorización de su fatalidad, de su destino marcado en las arrugas de su rostro, en el brillo de sus pupilas... Todo es una clase magistral de pura interpretación. Un actor por encima de la historia que cuenta, un actor que constituye en sí mismo el interés por la historia, que la supera, que la reflota cuando parece hundirse.

¿Qué más puede decirse? El talento al servicio del cine demuestra que un intérprete no depende siempre de su personaje, sino que un buen e intenso trabajo de interpretación dentro de un guión más bien pobre es lo que marca la diferencia entre el actor y el gran actor. Simplemente "chapeau", Javier.
Pedro
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