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España España · Madrid
Voto de Pedro:
7
Aventuras. Acción. Ciencia ficción Año 1957, en plena guerra fría. Indiana Jones (Harrison Ford) consigue de milagro salir ileso de una explosiva situación con unos agentes soviéticos en un remoto desierto al que llegó detenido junto a su amigo Mac (Ray Winstone). El decano de la Universidad (Jim Broadbent) le confiesa a su amigo el profesor Jones que las últimas misiones de Indy han fracasado, y que está a punto de ser despedido. Mientras tanto, Indiana conoce a Mutt ... [+]
22 de mayo de 2008
35 de 68 usuarios han encontrado esta crítica útil
Veintisiete años después de la primera entrega de las aventuras del intrépido arqueólogo creado por el efectivo tándem de Lucas y Spielberg, la conclusión principal que me asalta al terminar la proyección de la cuarta entrega es que Harrison Ford no ha perdido su sombrero de Indiana. Y es que a pesar del menoscabo que supone tanto efecto digital frente al encanto de los especialistas, las maquetas y las explosiones reales de antaño; a pesar de la repetición de la conocida fórmula que mezcla comicidad con acción trepidante e investigación tras el misterio escondido; a pesar de las arrugas de los protagonistas…, “El reino de la calavera de cristal” es una digna sucesora de la trilogía inicial. Tal vez no alcance la misma cota que éstas por alguno de esos u otros pesares, pero bien merece un aplauso.

Como siempre, la localización y ambientación de los variopintos escenarios y la coreografía de las escenas de acción optan al sobresaliente. Persecuciones inverosímiles, luchas y huidas de ficción, y más fantasía que nunca. Ya sabemos que las de Indiana son películas de aventuras que suponen todo menos realismo, pero en eso precisamente también reside buena parte de su atractivo. Ford y Allen se reencuentran tras sus andanzas con el arca perdida y sus interpretaciones aparecen casi con la misma frescura que entonces; algunos guiños a los ausentes que quedaron en el camino: el fiel Marcus –encarnado por el fallecido Denholm Elliot–, o el Henry Jones padre que bordase en la última cruzada un hoy jubilado Sean Connery; una de las más deliciosas malvadas del cine a la que da vida la arrebatadora Cate Blanchett; y un arranque de película que a los jóvenes carrozas que entonces vivíamos nuestra adolescencia nos traslada con nostalgia al lugar donde terminó la primera parte.

En definitiva, estamos ante una mezcla de ingredientes nuevos y añejos que deja un poso de buen vino. Un argumento no del todo redondo, que se pierde un poco en recovecos muchas veces vistos, es lo que probablemente separa esta película de sus predecesoras; pero el envoltorio hace que al menos merezca la pena que te subas al coche con Indiana, le acompañes a pasadizos tenebrosos, saltes por cataratas, te enfrentes si es necesario a una explosión nuclear, resuelvas enigmas, repartas puñetazos y latigazos a diestro y siniestro, te deslices bajo compuertas que se cierran, y por supuesto..., nunca… ¡jamás!, olvides el sombrero.
Pedro
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