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España España · Madrid
Voto de Pedro:
8
Comedia. Drama Emilio (Oscar Martínez), su hija Julia (Inma Cuesta) y su nieta Blanca (Mafalda Carbonell) emprenden un viaje disparatado y a la vez revelador. Antes de que a Emilio le falle la memoria definitivamente, la familia le ayudará a buscar al amor de su juventud. En el camino encontrarán la oportunidad de una vida nueva y sin trampas. Decisiones discutibles y contratiempos los llevará a enfrentarse a los engaños sobre los que han montado sus ... [+]
9 de septiembre de 2019
33 de 42 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las dos Marías, Ripoll en la dirección y Mínguez en el guión original, se combinan con armonía en una película que es una hermosa mezcla entre la esperanza y la melancolía, tanto en su sentida escritura como en su artístico envoltorio cinematográfico.

La esperanza se encuentra en los toques desenfadados y más cercanos al humor de unos personajes cuya vida muestra en realidad un drama. Probablemente como todas las vidas en este mundo que no son quizás más que, como cantara Aute, un ejercicio de gozo y dolor. Constituye un reclamo al espectador más allá de contarle una historia: una llamada a afrontar la vida con esperanza, los problemas con desparpajo. Ese sentir se plasma fundamentalmente en la personalidad del personaje de la niña Blanca y en su relación con los otros, especialmente con su abuelo Emilio, del que parece haber heredado su forma de ser.

La melancolía reside no obstante como trasfondo de las situaciones que viven. Una infancia no fácil de la niña, un matrimonio que hace aguas entre sus padres, y el deterioro inevitable de cuerpo y mente con el paso del tiempo del abuelo. La melancolía es esencialmente el ingrediente que mueve las relaciones entre los personajes, la historia de Emilio soñando con recuperar las oportunidades que dejó pasar, el verdadero amor, el de la magia de ese alma gemela que encontraste pero no supiste o no pudiste hacer realidad. Esta historia de Emilio es el eje de principio a fin sobre el que gira la narración.

La película no sería tan eficaz sin los que dan certera vida a los protagonistas. Nacho López como el cínico padre y marido que a ratos resulta pedante pero que esconde sinceridad y aporta las dosis de humor de un personaje algo caricaturesco; Inma Cuesta como a la vez la esposa, madre e hija que tiene que lidiar con todos e intentándolo hacer lo mejor que puede acaba casi siempre desbordada; Mafalda Carbonell como la niña dispuesta a afrontar lo que le venga con la resolución de la cruda sinceridad no exenta de ironía ante los demás; y finalmente y esencialmente Oscar Martinez, el abuelo, sarcástico a ratos, soñador, enfermo en el ocaso de una existencia, y con una interpretación tan expresiva como brillante al igual que lo fuera también en la recientemente estrenada este año "El cuento de las comadrejas" y en "El ciudadano ilustre" hace tres años.

En definitiva, algo más de hora y media de metraje, que personalmente me pasan muy rápido y me dejan luchando entre conservar las ilusiones o sucumbir a la tristeza de las ocasiones perdidas, con un bellísimo final que antes del último ocaso se abre a la luz de una segunda vida también en ésta.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Pedro
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