Lamentablemente este título deja rezagados a los buenos personajes masculinos, que están como un adorno para que puedan burlarse de lo tontos o lo poco útiles que son, y que, por conveniencia del guion, siempre están sometidos a lo que tiene ella como respuesta o suficiencia de hacer, lo que le salga de la cabeza. Entrando en la banalidad de la trama y dejando de lado las relaciones, el respeto, y en parte el sentido común en situaciones de riesgo.
El punto de empoderar a la mujer acosta de un todo vale, es muy vergonzoso y poco útil para una sociedad que si requiere mujeres realmente fuertes. Que sepan vivir y construir desde su humanidad y empatía.