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España España · Albacete
Voto de Juan Pablo:
7
Thriller Llueve copiosamente y en la calle no hay un alma. Araujo está refugiado bajo el alero de un local cerrado. Delante está la fachada del Banco Río. Es viernes 13 de enero de 2006. Los francotiradores del Grupo Halcón están a la espera de una orden. Más de tres centenares de policías diseminados por el lugar aguardan la voz de su jefe. Miguel Sileo, el negociador, deja diluir las esperanzas de que Vitette, uno de los líderes de la banda de ... [+]
13 de octubre de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
En ‘El robo del siglo’ el guionista y director argentino Ariel Vinograd orquesta un retrato romántico del arte de apropiarse de lo ajeno. Una visión condescendiente de unos tipos que asaltaron el Banco de Río con armamento de fogueo, no dejaron heridos por el camino y sustrajeron varias decenas de millones, joyas y oro de familias adineradas. Ejercicio a lo Robin Hood un tanto tramposo que atesora la virtud de contarse con gracia. Ahí radica la fuerza de la película: un ritmo fluido junto a un agudo sentido del humor.

La querencia por presentar a quiénes han protagonizado robos y atracos célebres bajo cierto paraguas de respetabilidad, otorgándoles un halo mítico tiene numerosos precedentes en el cine. Probablemente el más redondo fue el que compusiera George Roy Hill en ‘Dos hombres y un destino’, juntando a los dos guapos de la época (Paul Newman y Robert Redford) para dar vida a los legendarios pistoleros Butch Cassidy y Sundance Kid, dejando algunas escenas memorables.

Los protagonistas de ‘El robo del siglo’, son Guillermo Francella y Diego Peretti. No han sido tocados por el don de la belleza, pero hacen un fantástico despliegue de registros interpretativos. En especial Francella, actor de múltiples recursos que igual pone cara al horror provocado por un psicópata en ‘El clan’ (Pablo Trapero) dónde lograba erizar el bello, que se descompone, ironiza, ríe e intimida sin razón de continuidad ante la peripecia que tiene por delante.

En perfecta simbiosis con su compañero de reparto, veo algunas situaciones muy divertidas que, sin ánimo de ser exhaustivos, me recuerdan los tiempos de Jack Lemmon y Walter Mathau, sin duda el mejor dúo de comediantes que ha alumbrado el cine. Con buenos elementos de producción y unas escenas de acción rodadas con oficio, estamos frente a un thriller jovial y guasón. No miro ni una sola vez el reloj a lo largo del metraje, dejándome ese regusto típico que surge al contemplar algo diferente.

Escrito por Juan Pablo Martínez Corchano para https://rockandfilms.es
Juan Pablo
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