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Voto de Rampa:
10
6,8
15.267
Drama
Historia sobre un conductor de autobús y poeta aficionado sobre las pequeñas cosas llamado Paterson, que vive en Paterson, New Jersey. (FILMAFFINITY)
15 de marzo de 2017
3 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
El verosímil corre sobre un conformismo pos capitalista. Pero no un conformismo quejoso, áspero, incongruente, sino el reconocimiento del sitio capitalista que le toca y la empatía con casi todos los hechos bellos y simples que puedan ocurrir alrededor de ella. Buscar el vuelo a partir del disparador idealizante de un pequeño paisaje inspirador, pero que también representa su momento a solas consigo, con la incipiente inquietud que siempre contrastada con su organizada y predecible vida, se transforma en un viaje profundo a la poetización de momentos únicos y minimalistas, como prender con un fosforo un cigarrillo de una mujer que representa una paz intermitente.
El lugar, Paterson. Tan simple y loopeado en su ritmo como la vida de Paterson, personaje. Hay un trabajo de sentido de pertenencia sobre la ciudad, tratado posiblemente desde el no heroísmo histriónico, sino, desde la capacidad de complacer a sus habitantes sensibles en su discurso. Hay una suerte de espejismo entre Paterson lugar y personaje.
Desde lo formal, la historia tiene esa rutina y esa olfato humano algo introspectivo que tienen las películas de Kaurismaki, y que también me llevan a “Broken Flowers”. Como si el largometraje tuviera la consonancia de un cuento, las pausas de un cuento, los albores de un cuento.
Los simbolismos que disparan constantemente interrogantes mientras Paterson camina su Paterson, me trasladan a la sutileza con la que trabajó Jarmusch en “The Limits of Control”. Esa capacidad de rodear al personaje de un entorno algo surrealista, o con mensajes naturalizados y distópicos, presentando una especie de fuerza contraria al personaje. Pero Paterson, sabe que convive con ello, que no necesita convencer a nadie de nada, su vida es lo que lo conforma, y a partir de allí surgen formas de saber disfrutar de ella.
“Paterson” es una película crítica pero apacible, de interrogantes pero sin pretenciones, de reflexiones sobre la existencia pero sin hacer hincapié en el inconformismo. Jarmusch lo ha hecho de nuevo.
El lugar, Paterson. Tan simple y loopeado en su ritmo como la vida de Paterson, personaje. Hay un trabajo de sentido de pertenencia sobre la ciudad, tratado posiblemente desde el no heroísmo histriónico, sino, desde la capacidad de complacer a sus habitantes sensibles en su discurso. Hay una suerte de espejismo entre Paterson lugar y personaje.
Desde lo formal, la historia tiene esa rutina y esa olfato humano algo introspectivo que tienen las películas de Kaurismaki, y que también me llevan a “Broken Flowers”. Como si el largometraje tuviera la consonancia de un cuento, las pausas de un cuento, los albores de un cuento.
Los simbolismos que disparan constantemente interrogantes mientras Paterson camina su Paterson, me trasladan a la sutileza con la que trabajó Jarmusch en “The Limits of Control”. Esa capacidad de rodear al personaje de un entorno algo surrealista, o con mensajes naturalizados y distópicos, presentando una especie de fuerza contraria al personaje. Pero Paterson, sabe que convive con ello, que no necesita convencer a nadie de nada, su vida es lo que lo conforma, y a partir de allí surgen formas de saber disfrutar de ella.
“Paterson” es una película crítica pero apacible, de interrogantes pero sin pretenciones, de reflexiones sobre la existencia pero sin hacer hincapié en el inconformismo. Jarmusch lo ha hecho de nuevo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
La escena en que Paterson camina a casa y se encuentra a una chica con su cuaderno, donde ella escribe a partir de un momento simple para volar tan alto como se pueda, es la revelación del superobjetivo propuesto por el director. Es el momento en que Paterson se encuentra pleno, lleno de poesía, lleno de calma, como si fuera el alter-ego de Jarmusch y sea éste quien visite la escena. Este momento deja a vistas, una visión filosófica sobre el ser humano, donde la desconfianza en el transeúnte se disipa en un momento espiritual, de reconocimiento congnitivo mutuo entre dos almas, de empatía sincera, de supresión de lo material, de lo contextual, de pura y verdadera relación humana.